¿Tocar el piano es para ti?
¿Dirías que…
…sí?
…no?
…tal vez?
Descubre por qué nuestro lema es “Tocar el piano sí es para ti”
Miles de alumnos de todas las edades, por más de 30 años, avalan nuestro sistema de enseñanza.
Un método adaptado a cada alumno
Niños
Enseñamos piano a niños desde los 3 años de edad.
Aprender a tocar el piano, tiene en los más pequeños un impacto extraordinario en el desarrollo de sus capacidades intelectuales, psicomotrices y cognitivas.
En la sección “Baby” de Adictos a las Teclas ofrecemos:
- Clases diseñadas para que aprendan a tocar a la vez que se divierten.
- Actividades específicas para potenciar las capacidades psicomotrices e intelectuales de los más pequeños.
- Herramientas audiovisuales para captar la atención de los más pequeños.
- Un instrumento para cada niño.
- Grupos reducidos.
- Precios inigualables.
Jóvenes
El método “Junior” está diseñado con especial cuidado para cubrir las necesidades de los jóvenes.
Estudios desarrollados por prestigiosos organismos demuestran que estudiar un instrumento como el piano hace que los jóvenes desarrollen más sus capacidades intelectuales y obtenga mejores resultados académicos.
En la sección “Junior” de Adictos a las Teclas ofrecemos:
- Cientos de herramientas interactivas para trabajar en la escuela y desde casa.
- Posibilidad de aprender de forma presencial, online y de forma híbrida.
- Metodología diseñada para potenciar las capacidades cognitivas, psicomotrices e intelectuales de forma amena.
- Libro interactivo gratis.
Adultos
El método “Senior” está cuidadosamente diseñado para adultos.
Los intereses, capacidades y el tiempo del que dispone un adulto difiere en gran manera del de los niños. La flexibilidad y aprender lo que a uno le gusta es importante en esta etapa de la vida.
La sección “Senior” de Adictos a las Teclas ofrece:
- Precios asequibles
- Posibilidad de aprender de forma presencial, online e híbrida.
- Cientos de vídeos para seguir trabajando desde casa.
- Disponibilidad es la escuela de un instrumento por alumno.
- Base de partituras adaptadas por nivel para elegir la que más le guste al alumno.
- Cursos adicionales de producción musical, armonía, composición, etc.
9 centros en la Comunidad de Madrid
Tenemos escuelas de piano en Madrid – Alto de Extremadura, La Vaguada, San Sebastián de los Reyes, Móstoles, Getafe, Leganés, Tres Cantos, San Fernando de Henares y próxima apertura en Navalcarnero.
Clases de piano online
Nuestra escuela de piano online está diseñada para no perder ninguna de las ventajas de las clases presenciales pero desde casa. Disponible para los sistemas “Junior” y “Senior”
Miles de alumnos por más de 30 años nos ha hecho ganarnos una reputación.
Quieres recibir clase de piano, pero tienes preguntas….
- ¿Es difícil aprender a tocar el piano?
- ¿Cuánto tiempo se tarda en aprender a tocar el piano?
- ¿Tengo que saber leer partituras para aprender a tocar el piano?
- ¿Necesito tener conocimientos previos de música para aprender a tocar el piano?
- ¿Cuánto tengo que practicar cada día?
- ¿Puedo aprender por mi cuenta?
- ¿Qué tipo de música tocaré?
- ¿Qué tipo de piano necesito?
- ¿Por qué debo elegir Adictos a las Teclas?
¡No te vas a creer los precios que tenemos para familias!
Rellena este formulario y te llamamos, si prefieres llamarnos tú, puedes hacerlo al 670671775
Quienes somos
Quien es el fundador de Adictos a las Teclas
Javier Morillo inicia sus estudios musicales a comienzos de la década de los 80. Su fascinación por los instrumentos de teclas le empuja a tomar la decisión de dedicarse casi en exclusiva al aprendizaje de este arte, especializándose en el piano y el órgano.
Su rápido avance en la técnica organística y pianística le permite empezar a participar rápidamente en numerosos conciertos, compartiendo escenario con otros pianistas y en muchas ocasiones como solista, haciéndose ampliamente conocido en la zona norte de la Comunidad de Madrid.
Su carácter inconformista le empuja a investigar los nuevos horizontes que, en el mundo de las teclas, abría la inclusión de la informática. Amplía su formación en los principales estudios de grabación de la capital española, llegando a participar en la creación de arreglos musicales para algunos de los principales artistas del momento. Esta experiencia le pone en contacto con los más modernos y sofisticados instrumentos.
Compagina su formación con el inicio de una gira de actuaciones por todo el país, compartiendo escenario con los principales artistas del momento y actuando ante numerosos públicos, algunos de estos, compuesto por decenas de miles de personas.
Rumbo hacia la enseñanza
Viajar de un lado para otro en actuaciones no encaja con sus objetivos en la vida, lo que le lleva a abandonar el mundo del espectáculo y centrar sus esfuerzos en otra de sus pasiones, la docencia. Para este tiempo ha asistido a innumerables congresos y escuelas para maestros.
Con este nuevo rumbo en su vida decide ampliar el pequeño local que había abierto en el año 1989 en la localidad de San Sebastián de los Reyes, Madrid, dotándolo de más y mejores instrumentos para dedicarse a la enseñanza del órgano y el piano. Rápidamente, sus alumnos estaban tocando en festivales y conciertos, dando de esta forma amplia difusión a los instrumentos de teclas. Para esta época, cientos de personas habían podido llevar a cabo su deseo de tocar el piano en su pequeña escuela.
Un giro de 180 grados
Haciendo gala de su inconformismo, decide romper de golpe con su forma de enseñar, al darse cuenta de que era uno más entre los muchos que enseñaban a tocar el piano. Aunando sus conocimientos musicales con sus conocimientos docentes, decide crear el método “Tutor”. Le asigna el nombre “Tutor” por su visión sobre lo que debe hacer quien se dedica a enseñar cualquier materia.
Según sus palabras, “aquel que asume la responsabilidad que conlleva el enseñar una materia, no debe limitarse a mostrar como lo hace ella o él, ni a impartir los conocimientos existentes sobre esa materia, tampoco es solo cuestión de forzar el seguimiento de un programa adecuado.
Todo esto es necesario, pero considero que la labor más importante es la de motivar a la acción, la de demostrar por qué es importante lo que está aprendiendo y sobre todo la de permitir que el alumno desarrolle su creatividad conforme a sus gustos, preferencias y habilidades. Eso es lo que hacen los buenos tutores. Un tutor no impone sus gustos, su cultura ni sus formas de pensar.
El maestro que dice que el clásico es lo mejor o que el jazz es lo mejor o que lo que sea es lo mejor se le debería prohibir el acceso a las mentes de los demás. Lo mejor, es que cada uno desarrolle su música aportando de esta forma cosas nuevas y desconocidas para el resto de las personas”.
La divulgación y aprendizaje musical desde una óptica más asequible y atractiva
ADICTOS A LAS TECLAS: UNA FÓRMULA ACTIVA Y DIFERENTE PARA DOMINAR LOS TECLADOS
La pasión o entusiasmo por los teclados y pianos modernos no solo es compartida por los numerosos profesionales que, dentro de una amplísima gama de estilos, utilizan de manera cotidiana, tanto como intérpretes como compositores, sintetizadores, órganos y pianos; sino que es secundada de una forma estadísticamente significativa por un número creciente de aficionados que compatibilizan, en la medida de sus posibilidades, su interés por los referidos instrumentos de tecla con otras tareas u ocupaciones laborales.
Profesionales y aficionados en un número, a buen seguro, no desdeñable, han tenido la necesidad de profundizar en sus conocimientos musicales o de reciclar los acumulados en sus carreras. Pero, a menudo, habrán visto frustrado su entusiasta deseo por la metodología musical ofertada, el elevado coste de matrículas y clases u otros elementos disuasorios.
“Interpretar música a través de un teclado, un piano, o cualquier otro instrumento, debería ser tan natural como es el hecho de hablar, leer o escribir, manejar nuestro PC o navegar por internet”
Una propuesta diferente
Adictos a las Teclas surge de la necesidad de ofrecer respuestas favorables a tales demandas. “Es una propuesta diferente, derivada del sentimiento que yo mismo tuve y que, me consta, comparten muchas personas cuando descubren un teclado. Se trate de un órgano, un piano o un teclado electrónico. Un sentimiento que se sustenta en uno de los más preciados dones con los que el ser humano ha sido dotado: la capacidad de crear, interpretar y disfrutar con el mayor deleite de la música”, enfatiza Javier Morillo, director y principal impulsor de esta iniciativa.
“¿Existe alguien a quien no le conmueva la música? Es bastante improbable. La música es tan antigua como la capacidad de hablar. Y a la postre”, argumenta el profesor Morillo, “no es más que otra fantástica forma de comunicación de la que disfrutamos los seres humanos. En tal sentido, interpretar música a través de un teclado o cualquier otro instrumento, debería ser tan natural”, agrega, “como el hecho de hablar, leer o escribir”.
Un sistema obsoleto, selectivo y parcial
Merced a su dilatada experiencia (avalada por más de una treintena de años ejerciendo la docencia y divulgación musical, amén de su larga y brillante carrera como intérprete). Javier Morillo es plenamente consciente de las barreras y condicionantes adversos con los que se encuentran aquellas personas que además de sentir un particular amor por la música, quieren avanzar un paso más: tratar de llegar a interpretarla.
Son muchos los que desearían poder tocar su instrumento musical preferido. Sin embargo, en bastantes supuestos, se enfrentan a un sistema musical obsoleto, selectivo y parcial. “No es mi intención cuestionar el sistema, digamos oficial, pues, admito que tiene indudables valores para quienes han apostado por hacer de la música su profesión; pero en mi criterio”, aduce el director de ADICTOS A LAS TECLAS, “tocar un órgano, un piano o, en su caso, un sintetizador debería ser tan factible como la capacidad de leer, escribir, manejar nuestro PC o navegar por Internet”.
Frente a la cerrazón de ciertos métodos de aprendizaje trasnochados y basados de una manera obsesiva, cuando no contraproducente, en el sometimiento excesivo a la teoría musical y alejados de las inmensas posibilidades, que a la participación del alumno y su interacción con el profesor, ofrecen las nuevas tecnologías. Javier Morillo, firme partidario del empleo de tales herramientas en aras de un más rápido y efectivo aprendizaje musical, se formula algunos interrogantes: “¿Por qué memorizar páginas y más páginas de teoría que nunca voy a utilizar en la práctica? ¿Por qué deberé aprender piezas que, en el fondo, me aburren y no deseo tocar? ¿Por qué debo abonar una matrícula tan desorbitada y una cuota mensual tan elevada que me impide continuar con mi formación?”
“Desde esta perspectiva, el objetivo por excelencia de ADICTOS A LAS TECLAS es la puesta en marcha de una manera decidida de un sistema nuevo, sencillo y rápido de aprendizaje. Y sin perder de vista los últimos avances tecnológicos que puedan tener aplicación favorable al logro de tal fin y recurriendo”, concluye el profesor Morillo, “a uno de los instrumentos más versátiles y económicos que existen, como son los teclados y pianos actuales”.